martes, 22 de septiembre de 2015

Henryk Szeryng



Henryk Szeryng nació el 22 de septiembre de 1918 en Zelazowa Wola, en los alrededores de Varsovia, ciudad natal de Chopin Polonia, en el seno de una familia adinerada -su padre era un próspero industrial-. A la edad de tres años inició sus estudios musicales de la mano de su madre, quien empezó a impartirle lecciones de piano. Fue con siete años cuando aprendió a tocar el violín y lo convirtió en su instrumento.

El primer profesor de Szeryng fue Maurice Frenkel, profesor auxiliar de Leopold Auer en San Petersburgo antes de la Primera Guerra Mundial. Pese a que Frenkel fue quizás el profesor que mayor influencia ejerció sobre el joven Henryk, su excelente y disciplinada preparación tanto en el aspecto musical como técnico se deben al célebre pedagogo Carl Flesch (1873 - 1944), cuya maestría prácticamente engendró y nutrió el inmenso talento de Szeryng entre los años 1930 y 1933.

Flesch, quien marcó la vida del chico con su brillante enfoque pedagógico, constituyó su influencia musical más significativa. Cabe mencionar que fue el famoso violinista polaco Bronislaw Huberman quien, tras escuchar a un joven Szeryng de diez años interpretar el concierto de Mendelssohn, convenció a sus padres para que entraran en contacto con Flesch.

Posteriormente, gracias al exquisito y penetrante Jacques Thibaud así como a las enseñanzas y consejos de Gabriel Bouillon, Henryk Szeryng se adhirió firmemente a la escuela francesa de violín. Su aprendizaje junto a ambos maestros culminaría en 1937 con el anhelado primer premio otorgado por el Conservatorio de París. Pero fue años antes, en 1933, cuando Szeryng debutó como solista con la interpretación del Concierto para violín y orquesta en Re mayor, opus 77 de Brahms. El éxito cosechado fue tal que, pese a no haber finalizado sus estudios, inmediatamente inició una extensa gira de conciertos.
La legendaria Nadia Boulanger, su guía en contrapunto y composición, le presentó a personalidades tales como Heitor Villa-Lobos, Alfred Cortot, Manuel M. Ponce, Igor Stravinsky y Maurice Ravel. 

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, Szeryng fue nombrado oficial e intérprete de enlace (sabía hablar y escribir en ocho idiomas) por el general Sikorski al servicio del Gobierno polaco en el exilio. Ocupó dicho cargo hasta 1945, habiendo dado más de 300 conciertos para las tropas aliadas en Europa, África y América. En 1942 se reunió con el primer ministro polaco exiliado en México. El dirigente buscaba un hogar en Latinoamérica para unos 4.000 refugiados polacos desplazados por la guerra; y fue finalmente México quien acogió a estas personas desesperadas y sin techo. A Henryk Szeryng le conmovió de tal manera este gesto humanitario que volvió a México en 1943, donde le ofrecieron el puesto de director del departamento de cuerda de la Universidad Nacional de México con objeto de que reorganizara la escuela mexicana de violín. En reconocimiento por sus méritos musicales y culturales, le concedieron la ciudadanía mexicana en 1948.

Además de este importante cometido, Szeryng ofrecía periódicamente conciertos por toda Latinoamérica hasta el día de 1950 en que conociera en México a su compatriota polaco Arthur Rubinstein, el cual le animó a desplegar su actividad musical por los cinco continentes. Ambos cultivaron una profunda amistad fundada en su mutua admiración y respeto, tanto como seres humanos como músicos. Rubinstein, fallecido en 1982, quien consideraba a su amigo un artista del más alto nivel dijo de él: « Los auténticos enamorados de la música buscan emoción, grandes momentos, y eso es lo que Szeryng les ofrece ».



Además de los distintos cargos que ostentó durante años, Szeryng fue designado embajador cultural itinerante de buena voluntad en 1956 y consejero honorario para la música de la Delegación Permanente de México ante la UNESCO en 1970, convirtiéndose en el primer artista en viajar con pasaporte diplomático.

Szeryng ha sido uno de los violinistas que mayor número de grabaciones ha realizado en la historia de la producción musical, con más de 40 años de carrera discográfica. Fue Szeryng quien redescubrió y grabó por primera vez el Concierto para violín n°3 de Paganini. El Concierto "mexicano" de Chávez, el Concierto cubano de Csonka, conciertos para violín de Manuel M. Ponce, Benjamin Lees, Camargo Guarnieri y Jean Martinon, el Poema Concertante de Xavier Montsalvatge y composiciones de Julián Carrillo, Roman Haubenstock-Ramati, Peter Racine Fricker o José Sabre Marroquín son algunas de las obras compuestas para él. Estas formaron parte de su vasto repertorio, que abarca desde las Sonatas y partitas para violín solo de Bach hasta los grandes conciertos de música clásica. Ningún violinista superó a Henryk Szeryng en lo que a número de interpretaciones de importantes composiciones se refiere.

Además de los distintos cargos que ostentó durante años, Szeryng fue designado consejero honorario para la música de la Delegación Permanente de México ante la UNESCO en 1970, convirtiéndose en el primer artista en viajar con pasaporte diplomático.

Henryk Szeryng recibió numerosas distinciones tales como el Grand Prix du Disque en seis ocasiones, el Premio Grammy, el Edison, el Golden Record, el Wiener Flötenuhr y las medallas de oro de las ciudades de París y Jerusalén. Si a estas se suman condecoraciones como las de la Orden de Polonia Restituta, el grado de comendador de la Orden al Mérito de la República Italiana, oficial de la Orden de la Corona de Bélgica, comendador de la Orden de Alfonso X el Sabio de España, la cruz de oficial de la Legión de Honor de Francia, el Gran Premio Nacional de México, la cruz de comendador de la Orden de San Carlos de Mónaco... podemos percatarnos de hasta qué punto el mundo estimaba a este hombre tan especial.
Stradivarius Hércules
Cada violín que pasó por manos de Henryk Szeryng tiene su propia historia. Es el caso del Stradivarius Hércules de 1734 que otrora perteneciera a Eugene Ysaye. Szeryng depositó este famoso instrumento en manos de Teddy Kollek, alcalde de Jerusalén, el 24 de diciembre de 1972, como una muestra especial de amistad a la Ciudad de Oro, a fin de que lo utilizara el concertino de la Orquesta Filarmónica de Israel.
 


Obsequió al príncipe soberano Rainiero III de Mónaco con su célebre Vuillaume, la copia del Stradivarius Mesías, y entregó a Ciudad de México el "Sanctae Theresiae", instrumento fabricado por Andrea Guarnieri en 1683. Szeryng regaló la mayor parte de su colección de violines a ciudades o alumnos, como Shlomo Mintz, a quien impartió clases en Ginebra, conservando únicamente el valioso Guarnerius del Gesù Leduc de 1743 y el Pierre Hel de 1935, copia del Guarnerius del Gesù Le Roi Joseph. Henryk Szeryng, gran músico, diplomático, pedagogo y filántropo, falleció repentinamente durante una gira por Alemania, tras ofrecer un concierto en la ciudad de Kassel. El programa de su última actuación fue el mismo de su primer concierto 55 años antes: el Concierto para violín y orquesta en Re mayor, opus 77 de Brahms.



Szeryng murió de una hemorragia cerebral en Kassel, Alemania, el 3 de marzo de 1988. Fue enterrado en cementerio de Mónaco, la lápida que lleva las barras finales del Ciaconna de Bach Partita No. 2 para violín solo.